martes, 10 de abril de 2007

Escuchar: Una habilidad que es necesario enseñar.

Saber escuchar es una cualidad altamente valorada en la sociedad, ya que permite establecer buenas relaciones personales y sociales.
Según investigaciones, más del 80% de las personas tiene dificultad para escuchar con atención y respetar opiniones ajenas.
El escuchar es un objetivo que se considera fundamental para el logro de los aprendizajes de los estudiantes.
Los profesores se quejan que los niños no saben escuchar.
En el aula se puede observar una ausencia de enseñanza sistemática del saber escuchar, además de un tipo de relación que no favorece su desarrollo, lo que provoca problemas e interferencias en la interrelación de los estudiantes entre sí y dificultades para relacionarse con sus profesores.
El escuchar es una función lingüística básica que se desarrolla tempranamente y en el que juega un papel importante la familia. Se convierte el lenguaje hablado en imágenes mentales significativas.
Los niños aprenden a escuchar en función de los eventos de conversación en los que han participado. Estas interacciones les permiten apropiarse, en contextos significativos, tanto de las reglas sintácticas, semánticas y fonológicas del lenguaje.
Aprender a escuchar, permite aprender modos de actuar y redirigirse a los demás; reconocer gestos o tonos de voz; significados de las palabras en distintas circunstancias.

Se observan cuatro formas de escuchar:
1. El escuchar atencional: Se refiere a focalizar la atención en un estímulo para obtener alguna información.
2. El escuchar analítico: Se utiliza cuando se analiza lo escuchado para resolver algo.
3. El escuchar apreciativo: Es aquel que se realiza por el goce o deleite de escuchar.
4. El escuchar marginal: Es el que permite captar otros estímulos además del foco que es centro de la atención.

En la escuela generalmente se desarrolla el escuchar atencional.
El docente, al planificar actividades que permiten desarrollar esta actividad en forma sistemática, debe considerar que los niños toman conciencia de la importancia de escuchar para el trabajo escolar y personal y de lo que significa el silencio en un medio saturado de ruidos.

Es importante tener en cuenta que los niños escuchan mejor:
- En las primeras horas de la mañana.
- Si lo que se les cuenta tiene sentido para ellos.
- Cuando las actividades tienen un propósito claro.
- Si las actividades son dinámicas y variadas.
- Cuando se les da la posibilidad de participar activamente en las actividades.
- Si se les presenta la información en forma amena y variada.
- Cuando se les permite opinar y expresar sus ideas y sentimientos.

El docente debe tener en cuenta que:
- Su papel debe ser siempre el de un auditor modelo.
- No debe repetir más de una o dos veces las instrucciones que da.
- Es necesario realizar actividades que apunten a los distintos niveles de escuchar.


Un buen entrenamiento en la capacidad de escuchar comprensivamente beneficiaría las habilidades lectoras.
Un buen desarrollo de la capacidad de escuchar facilita la integración social en el aula, permitiendo a los niños conocer y respetar distintas opiniones e interactuar de acuerdo a ciertas normas de convivencia que son necesarias para la construcción de los aprendizajes.